Durante los últimos meses, María José , no ha dejado de sufrir amenazas de muerte. "Te voy a dar dos tiros como a un conejo, hija de puta", "Te voy a cortar el cuello, zorra", "Hoy no sales viva de aquí". El pasado viernes sintió que las amenazas pasaban a los hechos. La mujer, de 50 años y conductora de un autobús escolar denunció este lunes ante la Guardia Civil la brutal agresión que sufrió a manos de un alumno del Instituto Jorge Guillén, de Villalón, y de sus progenitores. El resultado fue un brazo en cabestrillo y hematomas por todo el cuerpo.
Los hechos se produjeron el pasado viernes al finalizar las clases , la mujer había ido a recoger a los alumnos del instituto para trasladarlos a sus localidades de origen. Alguien le advirtió de que un joven, había estado rasgando el techo del autobús con un arma blanca. Cuando fue a pedir explicaciones, otro adolescente , amigo del anterior le espetó: "Ríñeme a mí si tienes huevos, que el problemático soy yo".
Ante la actitud agresiva de los dos chicos, de unos 15 años, la conductora comunicó los hechos al director del centro y a su jefe. Esta conductora realiza el servicio de transporte escolar sin tutores ni acompañantes, de manera que es la única adulta en el autobús
La dirección del centro decidió que los dos adolescentes no subiesen al autobús que los iba a trasladar a sus casas.Uno de los adolescentes, tuvo tiempo de volver a amenazarla, con un gesto explícito le dijo: "Te voy a cortar el cuello hija de puta".
Pero lo peor estaba por venir. Al llegar a Vega de Ruiponce, y abrir la puerta para que saliesen los alumnos, la conductora observó que la estaban esperando tanto el adolescente , como sus padres. Siempre según su versión, tanto el joven como la madre accedieron al autobús por la puerta por donde bajaban los viajeros, mientras que el padre fue por el lado de la ventanilla del conductor, metió el brazo, le propinó un puñetazo y tiró de ella.
La mujer asegura que el padre del menor le anunció que la iban a matar. "No te diste por enterada pero hoy no sales viva, te voy a dar dos tiros como una liebre", dijo. Lo que pudo salvarla de que la paliza fuese a más es que durante el forcejeo se activó el botón que cierra la puerta de los viajeros. Tanto la madre como el joven dejaron de agredirla para intentar desbloquear la puerta, cosa que consiguieron. Cuando la conductora se vio libre, arrancó el autobús, y al padre del menor, que seguía agarrándola por la ventana, no le quedó más remedio que sacar el brazo mientras gritaba "no huyas que te voy a matar".
La conductora consiguió llamar al 112 y hasta el lugar se desplazó una patrulla, que le dijo que también llegaría una ambulancia pero ante el estado de ansiedad que presentaba la víctima, los agentes decidieron trasladarla al centro de salud y de ahí al hospital.
La víctima sufrío un año de amenazas tanto por parte de los menores como por parte del padre.
La Guardia Civil tomó declaración a todos los implicados, si bien en el caso del adolescente intervendrá la Fiscalía de Menores.
